Caía la noche de máscaras, una noche de octubre del 2013, una noche que prometía locuras escondidas tras máscaras, disfraces y música, y en medio de este alboroto estaba yo, buscando ¿qué?, sabe Dios, quizá solo un poco de diversión entre copas de ron.
Ahí bailando, con la mirada perdida entre la gente, confundida entre el loquerío de Halloween y un sin sabor extraño, ahí estabas tú pidiendo ir conmigo, buscando diversión, perdido entre la gente, confundido entre las sombras y las máscaras, ahí estábamos los dos sin imaginar que en un par de horas te volverías mi todo y me convertirías en tu "todo" enmascarado.
Te pedí una copa, bailamos un rato y algo extraño sucedió, la gente a mi alrededor desapareció, solo podía verte a ti y tus labios rozando los míos, solo eramos tú y yo en esa pista de baile, besándonos como locos, hipnotizando mi mente con tus besos alocados, con tus manos traviesas, ahí estaba yo derritiéndome en tus brazos sin imaginar que quizá mañana sea tarde.
Las horas avanzaban, la gente volvió y tú ya no estabas, te habías confundido otra vez entre la multitud y ahí estaba yo, confundida entre varios vasos de ron y sin saber en qué dirección te habías marchado pero con una sonrisa en el rostro que nadie podía sacarla. Así acababa esa noche de máscaras y regresé a mi hogar, sin pensar que al día siguiente tú volverías.
El dolor de cabeza era inevitable, abrir los ojos era algo realmente torturador hasta que vi mi celular, mis ojos parecían haberse abierto como resortes, ahí estabas, enviándome mensajes, queriendo saber de mi y en dulces palabras enrojecías mis mejillas y no sabía si era sueño o realidad.
Cada minuto y segundo a partir de entonces sin ti, eran horas y días para mi, después de esa noche ya no quería dejar de verte, quería volver a sentir esos labios, quería volver a estar entre tus brazos, sentir tu voz y quizá porque no dormir junto a ti, era lo que más quería y así los días fueron avanzando y tu seguías ahí.
La rabia, la confusión volvió a nosotros y te camuflaste nuevamente entre la gente, el dolor, la desolación, el llanto volvió a embriagarme, a extrañarte, necesitarte y así un largo tiempo sin ti y pensando en ti, hasta que entre la gente te vislumbre, habías vuelto y esta vez por un buen tiempo.Ahí estabas y no dude un segundo refugiarme en tus brazos, en tu piel, en tus besos, en tus caricias ni un solo segundo más, necesitaba sentirte cerca, necesitaba sentirte conmigo, ahí estábamos juntos de nuevo, derrochando pasión, queriéndonos, ahí estaba yo amándote, amándote sin medidas y cayendo, cayendo poco a poco en las redes de tus mentiras, de tus engaños de tu vil juego.
Los meses pasaban, los días juntos eran interminables y que decir de las noches, ahí debajo de las sábanas andabas tú, acariciando mi piel, haciéndome sentir que enloquecía por ti, por unas horas me olvidaba del mundo y solo estabas tú, muy tarde para decirlo pero me había enamorado, me había enamorado de ti y era un amor tan profundo que estar sin ti era simplemente insoportable, un infierno sin ti, ahí yo rogándote que no te marcharás, que no te apartarás de mi, hablándote al oído mientras dormías que te quedarás, que no me dejarás, entre zusurros decías que jamás lo harías y yo te creía, ilusa.
Fuiste el primero en decir adiós y ahora regresas pidiendo perdón por una noche de locura, ahí estas de nuevo, debajo de las sábanas, ahí estábamos juntos otra vez, mirándonos, amándonos y yo tratando de mantenerme a flote para no caer en tu juego otra vez,y ahogarme en un tormentos de olvidos y desolación, aunque creo que caí, te creí de nuevo y al parecer otra vez mentiste, otra vez jugaste al bueno, a amarme cuando no era real, solo jugabas una vez más y yo acepte el juego, ilusa.
Otra vez estas ahí, confundido entre un millón de personas, te puedo ver pero ya no vuelves y no quiero correr a tus brazos, siento el rechazo en tu silencios, siento tu mentira, siento el dolor en tus ojos, y me quedo quieta, desvío mi mirada hacia otro camino y vuelvo a mirarte, sigues ahí, sigues ahí. Camina ya, antes que camine yo y no vuelva a mirarte, estás a tiempo aún de quererme de verdad, de amarme en serio, estas a tiempo aún mientras decido irme por otro camino, donde quizá alguien ya me vio a mi y lo logro visualizar.
Estas a tiempo aún de no perderme para siempre, ilusa te creí una vez más.
Ahí bailando, con la mirada perdida entre la gente, confundida entre el loquerío de Halloween y un sin sabor extraño, ahí estabas tú pidiendo ir conmigo, buscando diversión, perdido entre la gente, confundido entre las sombras y las máscaras, ahí estábamos los dos sin imaginar que en un par de horas te volverías mi todo y me convertirías en tu "todo" enmascarado.
Te pedí una copa, bailamos un rato y algo extraño sucedió, la gente a mi alrededor desapareció, solo podía verte a ti y tus labios rozando los míos, solo eramos tú y yo en esa pista de baile, besándonos como locos, hipnotizando mi mente con tus besos alocados, con tus manos traviesas, ahí estaba yo derritiéndome en tus brazos sin imaginar que quizá mañana sea tarde.
Las horas avanzaban, la gente volvió y tú ya no estabas, te habías confundido otra vez entre la multitud y ahí estaba yo, confundida entre varios vasos de ron y sin saber en qué dirección te habías marchado pero con una sonrisa en el rostro que nadie podía sacarla. Así acababa esa noche de máscaras y regresé a mi hogar, sin pensar que al día siguiente tú volverías.
El dolor de cabeza era inevitable, abrir los ojos era algo realmente torturador hasta que vi mi celular, mis ojos parecían haberse abierto como resortes, ahí estabas, enviándome mensajes, queriendo saber de mi y en dulces palabras enrojecías mis mejillas y no sabía si era sueño o realidad.
Cada minuto y segundo a partir de entonces sin ti, eran horas y días para mi, después de esa noche ya no quería dejar de verte, quería volver a sentir esos labios, quería volver a estar entre tus brazos, sentir tu voz y quizá porque no dormir junto a ti, era lo que más quería y así los días fueron avanzando y tu seguías ahí.
La rabia, la confusión volvió a nosotros y te camuflaste nuevamente entre la gente, el dolor, la desolación, el llanto volvió a embriagarme, a extrañarte, necesitarte y así un largo tiempo sin ti y pensando en ti, hasta que entre la gente te vislumbre, habías vuelto y esta vez por un buen tiempo.Ahí estabas y no dude un segundo refugiarme en tus brazos, en tu piel, en tus besos, en tus caricias ni un solo segundo más, necesitaba sentirte cerca, necesitaba sentirte conmigo, ahí estábamos juntos de nuevo, derrochando pasión, queriéndonos, ahí estaba yo amándote, amándote sin medidas y cayendo, cayendo poco a poco en las redes de tus mentiras, de tus engaños de tu vil juego.
Los meses pasaban, los días juntos eran interminables y que decir de las noches, ahí debajo de las sábanas andabas tú, acariciando mi piel, haciéndome sentir que enloquecía por ti, por unas horas me olvidaba del mundo y solo estabas tú, muy tarde para decirlo pero me había enamorado, me había enamorado de ti y era un amor tan profundo que estar sin ti era simplemente insoportable, un infierno sin ti, ahí yo rogándote que no te marcharás, que no te apartarás de mi, hablándote al oído mientras dormías que te quedarás, que no me dejarás, entre zusurros decías que jamás lo harías y yo te creía, ilusa.
Fuiste el primero en decir adiós y ahora regresas pidiendo perdón por una noche de locura, ahí estas de nuevo, debajo de las sábanas, ahí estábamos juntos otra vez, mirándonos, amándonos y yo tratando de mantenerme a flote para no caer en tu juego otra vez,y ahogarme en un tormentos de olvidos y desolación, aunque creo que caí, te creí de nuevo y al parecer otra vez mentiste, otra vez jugaste al bueno, a amarme cuando no era real, solo jugabas una vez más y yo acepte el juego, ilusa.
Otra vez estas ahí, confundido entre un millón de personas, te puedo ver pero ya no vuelves y no quiero correr a tus brazos, siento el rechazo en tu silencios, siento tu mentira, siento el dolor en tus ojos, y me quedo quieta, desvío mi mirada hacia otro camino y vuelvo a mirarte, sigues ahí, sigues ahí. Camina ya, antes que camine yo y no vuelva a mirarte, estás a tiempo aún de quererme de verdad, de amarme en serio, estas a tiempo aún mientras decido irme por otro camino, donde quizá alguien ya me vio a mi y lo logro visualizar.
Estas a tiempo aún de no perderme para siempre, ilusa te creí una vez más.